Durante
el segundo trimestre hemos llevado a cabo un proyecto sobre las emociones, tema
surgido por el libro motivador “El jorobado de Notre Dame” y aunque hemos
conocido diferentes monumentos de París (ciudad dónde vivía el jorobado) nos
hemos centrado más en cómo se sentía Quasimodo, en percibir que cada uno somos
únicos y especiales y en buscar el significado de las diferentes sensaciones
que sentimos y no sabemos a veces explicar ni cómo reaccionar.
Primero
empezamos con la lectura del cuento y cuando vieron a Quasimodo algunos niños y
niñas se reían, comentaban lo feo que era, que parecía que tenía un chichón…
pero conforme avanzaba la historia y veían lo mal que lo pasaba encerrado en la
torre de la Catedral de Notre Dame, los comentarios de todos los niños y niñas
fueron cambiando y sentían tristeza y pena por él. Así cada uno tenía su propia
teoría sobre qué le podía ocurrir a Quasimodo y dialogamos muuuucho sobre las
emociones.
A partir
de aquí los días se fueron centrando en conversaciones de que cada uno somos
como somos, que tenemos que querer a todo el mundo por igual, aceptarlo tal y
como es, ayudarle a expresar lo que siente, etc. y surgió el tema emocional.
Además
hemos hecho varios juegos relacionados con las emociones:
- Le pintaba la cara a varios niños o niñas con una emoción diferente y teníamos que imitarla hasta que al final acabábamos todos con la cara pintada bailando al son de una música e interpretando las distintas emociones.
- Tapábamos los ojos de alguien y todos teníamos que describir cómo es físicamente, cómo es su ropa, le decíamos cosas bonitas y por último cada uno le dábamos un beso, abrazo o caricia y cuando le quitábamos el pañuelo su cara era especial.
- Nos hemos dado masajes entre todos para relajarnos y sentir que nuestro cuerpo a veces necesita estar calmado y relajado.
- La seño Mari Luz, les decía una emoción al oído a cada niño o niña, la tenían que escenificar y los demás tenían que adivinarla.
- Han jugado con las marionetas de la clase y con los títeres de los personajes del jorobado para representar diferentes teatrillos, tanto libres como dirigidos.
Al mismo
tiempo hemos visto otros cuentos sobre las emociones, entre ellos “El monstruo
de colores” y “Paula y su pelo multicolor” (os dejo el enlace de ambos: https://www.youtube.com/watch?v=BjjB4xYnAXA / https://www.youtube.com/watch?v=K4Zk7p7FN0k). Y
como ya habíamos hablado previamente en clase sobre las diferentes sensaciones
que podemos tener, ya eran los propios niños y niñas quienes se contaban los
cuentos o dialogaban sobre cómo hacer frente a lo que sentimos.
Y para
terminar este proyecto, el último día de clase vino la mamá de Javier Santaella
junto con otras tres chicas más que colaboran con las asociaciones “Metabolé” y
“Alas” para realizarnos un taller sobre las emociones. Primero se centraron en
un teatrillo con una mascota llamada “Lula” a la que le surgían varios
problemas que no sabía cómo afrontar y ello le acarreaba algún tipo de emoción
que no sabía identificar pero con ayuda de toda la clase le daban la solución y
le ponían nombre a esa emoción (e iban poniendo al lado de la mascota una pinza
con una cara relacionada con dicha emoción). Después ponían música que
transmitía diferentes sensaciones y según sintieran debían moverse por el aula
alegres, tristes, dando abrazos y besos, enfadados, asustados…
También
representaron diversas escenas de cosas cotidianas que nos pueden ocurrir en
nuestro día a día, como un enfado entre una mamá y su hija porque ésta no
encuentra un juguete y su madre le dice que tiene que ser más ordenada para que
no se sienta enfadada ni triste al perder las cosas; una pelea entre dos amigas
que quieren jugar a diferentes cosas en el patio y una quiere mandar más que la
otra y no se ponen de acuerdo; dos hermanas que sienten miedo por la noche
porque está todo muy oscuro y deciden abrazarse… y al finalizar cada escena le
preguntaban a los niños y niñas cómo se sentían cada una de nuestras actrices y
qué se les ocurría a ellos y a ellas para poder solucionar lo que les pasaba.
Y para
finalizar este taller pusieron diferentes músicas y, a la vez, toda la clase
tenía que pintar lo que quisieran en un papel continuo con las manos pero dependiendo
de lo que les sugiriese la música que escuchaban (hicieron un “cuadro” muy
bonito que expondremos en el pasillo de nuestro cole). Y una vez hecho esto y con
las manos lavadas..... jeje, se sentaron todos los niños y niñas en círculo
escuchando a una de las monitoras que les decía que iban a hacer un ejercicio
de relajación y para ello se tenían que convertir en un globo inflando mucho la
barriga (poniendo las manos sobre ella para notarlo) cogiendo aire por la nariz
y luego expulsándolo por la boca y que esto lo podían hacer siempre que se
sintieran con rabia o enfadados y, al final, acabaron todos tumbados en el
suelo descansando y escuchando de fondo una música muy relajante.